Danilo Trelles (1916,2000). Director, productor, crítico, gestor cultural, articulista. Las áreas en las cuales se desempeñó fueron muchas y diversas pero en todas se involucró con singular ímpetu. La extensión de su recorrido lo vuelve una personalidad casi inabarcable.

Hombre muy importante en el campo de la cultura; preocupado por fomentar una formación crítica del público frente al arte en general.

Después de haber compartido con Carlos Quijano algunas emprendimientos menores, se sumó al por entonces joven semanario Marcha como crítico de cine sucediendo a un tal Arturo Despouey.

Pero a Danilo le gustaba hacer. Poco tiempo después, en 1942, abandona la labor de crítico para fundar el Cine Arte del SODRE, institución que lideró por casi dos décadas. En Cine Arte promovió la formación del público mediante la exhibición de lo mejor de la -corta pero rica- historia del cine y organizó festivales de cine documental y experimental que fueron referencia a nivel internacional. En el marco de esos festivales llegaron al país grandes personalidades como por ejemplo John Grierson, Nelson Pereira dos Santos, Fernando Birri, Joris Ivens, entre otros.

Sus pretensiones eran más ambiciosas; generar una organización de directores y productores a nivel continental para promover y defender la producción cinematográfica independiente. En virtud de sus esfuerzos, en 1958 se reúne el primer Congreso Latinoamericano de Cineastas Independientes en el que se resuelve la formación de la Asociación Latinoamericana de Cineastas Independientes (ALACI).

En 1949, con el apoyo de la Secretaría de Turismo, codirige junto a Enrico Gras el primer film poético del Uruguay: Pupila al viento.

Fue gerente de una empresa sueca de aviación (SAS) a través de la cual aprovechó para generar contactos que le permitieran traer material fílmico, buscar apoyos para la producción audiovisual. Así nacen sus habilidades como productor cinematográfico.

En 1962 SAS lo traslada a Suecia y, en consecuencia, debe abandonar la dirección de Cine Arte. Ya en europa se las arregla para convencer a la compañía de abrir una agencia en Checoslovaquia y de que lo nombren director de ella. En Praga entabla relación con la Narodny Filmowy Archiv (la cinemateca estatal checoslovaca). Su inquietud y practicidad extrema le permite producir tres largometrajes del brasileño Nelson Pereira dos Santos (Mandacarú vermelho, Boca de ouro y la emblemática Vidas secas).

Comunista desde temprana juventud, según consta en los ficheros de Inteligencia del Ministerio del Interior uruguayo, con el triunfo de la Unidad Popular en Chile emigró a Santiago para asesorar a Salvador Allende, con quien lo unía una relación de amistad. El golpe de 1973 lo encontró casualmente fuera de Chile. Esta casualidad le salvó la vida: en el operativo de allanamiento a su domicilio, la fuerza represora pinochetista asesinó a la empleada de servicio doméstico.

Perseguido por la dictadura chilena, impedido de volver a su país por los mismos motivos, debió exiliarse en Italia y España. Allí formó la productora Tauro, mediante la que desarrolló diferentes proyectos televisivos para la TVE.

En Madrid, vuelve a ejercer la crítica cinematográfica y a oficiar de corresponsal para Brecha y El Dïa de México.

En sus escritos queda manifiesto que, hasta sus últimos días, mantuvo coherencia y compromiso en la defensa de sus ideales de izquierda, de los que jamás claudicó.

En medio de una visita ocasional muere en Montevideo en los primeros días del año 2000. Un deceso que no debió haber pasado desapercibido.