Samuel Blixen

Un busto en bronce del escultor uruguayo Carlos Oliva Navarro, costeado por concurso popular y los poderes públicos, recuerda al brillante cronista en los jardines del Parque Rodó.

Periodista, crítico y autor teatral. Nacido en Montevideo el 29 de agosto de 1867.

Joven talento de las letras, ya en 1884 presenta en el teatro San Felipe su producción “Los dos primores”.

Un año antes de doctorarse de sus estudios de abogacía , en 1886, aparecieron en “La Razón”, firmados con el nombre de Charles Blanc, sus primeros artículos de crítica, escritos dentro de una tendencia realista que le proporcionarían prestigio y autoridad, sobre todo en materia teatral.

Éstas críticas, reunidas en 1892 en un libro titulado “Desde mi butaca”, representan un rico aporte para escribir la historia de la vida teatral y artística de la época. En estas primeras apreciaciones se entreveía ya — según Schinca— el crítico amable pero justo, que impondría años después el seudónimo de Suplente. Para entonces corrían impresas bajo el nombre de “Cobre Viejo”, una selección de artículos de prensa de sobre temas variados, donde aparece en su verdadera vocación.

Realizó estudios literarios y filosóficos que lo llevaron a ser Catedrático de Literatura por concurso en la Sección de Estudios Preparatorios de la Universidad, publicó dos textos de estudio, uno sobre literatura oriental en 1892, y otro —en dos tomos— sobre literatura contemporánea, en 1894.

Como autor teatral sus obras fueron principalmente ensayos como “El cuento del tío Marcelo”, 1892; “Jauja”, 1895; “Ajena”, 1893, y sus cuatro estaciones: “Primavera”, “Verano”, “Otoño” e “Invierno”, estrenadas todas ellas en Montevideo.

En el campo del periodismo fundó en 1890 y dirigió durante meses la revista semanal ilustrada “Rojo y Blanco”, al mismo tiempo que “Blanco y Negro”, publicada en Madrid, y un poco más tarde asumió la dirección del prestigioso diario “La Razón”, que gracias a su pluma conquistó la simpatía popular. A juicio de Zum Felde “como cronista, fue de los más amenos y elegantes de su generación”.

Como secretario de la Cámara de Diputados durante el Gobierno de Cuestas, una enfermedad rápida le produjo la muerte a sus apenas 42 años, un 22 de mayo de 1909.